Origen: Turquía
Los antiguos romanos y griegos usaban avellanas como remedio terapéutico. Sabían que estos frutos secos son particularmente ricas en potasio, calcio, fósforo, manganeso, magnesio, hierro, cobre y zinc y cantidad significativa de yodo.
Las avellanas son muy ricas en vitamina E, una vitamina con alto poder antioxidante. Son el fruto seco con mayor contenido de vitamina E, después de las almendras y la pipas de girasol. Esta vitamina está neutralizando los radicales libres del organismo, previniendo el envejecimiento prematuro, y favoreciendo el buen estado de las arterias, el corazón y la piel.
Las avellanas también tienen alto contenido de ácido fólico, lo que contribuye a la proliferación de las células.
Las avellanas presentan un bajo contenido en agua y una mayor concentración de sus nutrientes.
Las grasas de este fruto proceden de su riqueza en ácido oleico o omega 9 ( 45 %), seguido por las grasas omega 6 , que constituyen el 8% de la composición de las avellanas. Son grasas insaturadas , por lo cual muy adecuadas para rebajar los niveles de colesterol y mantener el sistema cardiovascular en plena salud.
Entre los nutrientes que aportan, las avellanas son muy ricas en magnesio, un mineral que interviene en la relajación de los músculos y necesario para la fijación del calcio en los huesos. Los frutos secos son ricos en manganeso, una sustancia involucrada en los procesos de crecimiento y la reproducción en el cuerpo.
Las avellanas también son ricas en minerales, principalmente potasio y calcio, para la perfecta conservación de nuestros huesos.
Valor nutricional:
| Información nutricional | Por 100 g |
| Valor energético | 625 Kcal |
| 2615 kJ | |
| Grasas - total | 61 g |
| de las cuales saturadas | 4 g |
| Hidratos de carbono - total | 17 g |
| de los cuales azúcares | 4 g |
| Proteínas | 15 g |
| Fibra alimentaría | 10 g |
| Sal | 0 g |
Avellanas contienen los siguientes tipos de NICS:
